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Por qué visitar el Museo Guggenheim

El Museo Guggenheim convirtió a Bilbao en un referente cultural a nivel mundial. Fue el tercer museo con esta firma. La construcción, que comenzó en 1993 y terminó en 1997, permitió la recuperación de la ría del Nervión, hoy lugar de paseos y de importantes atracciones turísticas. En este artículo veremos los motivos para visitar el Museo Guggenheim.

¿Por qué atrae a miles de turistas anuales?

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Razones para ir

Frank Gehry, su arquitecto, es uno de los más influyentes del mundo; se hizo célebre por dar una impronta personal a la arquitectura, y el museo Guggenheim es prueba de ello. Su primer impulso fue diseñar un edificio de un solo material. Experimentó con acero inoxidable, donde el agua de la ría se reflejaba con maestría; pero los días nublados y lluviosos opacaban al material. El arte perdía expresión.

Gehry cuenta que por casualidad encontró en su estudio un trozo de titanio y lo acomodó junto a un poste de teléfono en un día de lluvia; así encontró el tono dorado que buscaba. Acero y titanio marcan el carácter del Museo Guggenheim.

Hacia el sur, el museo dialoga con la ciudad a través de la piedra, los ángulos rectos y las ventanas alineadas. Hacia el norte, juega con las ondulaciones del agua y las formas fluidas.

El edificio es un exponente de la arquitectura moderna y de vanguardia. Si prestan atención, detrás del diseño atrevido y las formas curvas aparecen siluetas figurativas. Podrán observar que cuando se separan los volúmenes surge una flor de metal con pétalos plateados, un barco, un pez sin cabeza; los peces y el movimiento siempre han sido parte del vocabulario arquitectónico de Gehry.

Hay otras singularidades: para acceder hay que bajar las escaleras porque el museo se encuentra debajo del nivel de la ciudad. Ni bien se entra al Atrio, la arquitectura es lo primero que sobresale. Luce como un espacio entre el exterior y el interior, abierto a la ciudad y al río. Los vidrios altos y redondeados parecen escamas. Las formas se alargan y se inclinan. Se tuercen. Los materiales contrastan. Los ascensores vidriados suben y bajan por los tres niveles.

Lo mejor del Museo Guggenheim

El atrio conecta las galerías de planta baja, que se ubican concéntricamente. Las salas son diversas y versátiles: permiten obras de gran formato y muestras de carácter más íntimo. Hay creaciones de destacadas figuras como David Salle, Chillida, Jeff Koons, Louis Bourgeois y Robert Rauschenberg, entre otros.

Cada volumen arquitectónico es independiente. Si miras bien, notarás los efectos ópticos que producen los reflejos de un lago artificial y la ría sobre el material.

El museo, rodeado de plazas, es la cara de la ciudad. Pero visitar el Museo Guggenheim no es lo único para hacer. Para descubrir qué más ver en Bilbao, entra aquí y mira todos los circuitos por País Vasco.

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